Mina Emilia, Sorlada, Navarra

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Mina Emilia

Vista frontal de mina Emilia. Se aprecian las bocaminas del primero y segundo nivel sobre sus respectivas escombreras (Fot. J. Alonso, 2019)

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Entre la población de Los Arcos (Navarra) y el valle del río Ega al N, discurre la Sierra de Cábrega con dirección W-E y unos 15 km de recorrido entre Orillano (W) y Urbiola (E). Los depósitos de cobre más significativos se disponen en la mitad occidental de La Sierra, entre Otiñano y Sorlada.

Mina Emilia

Bocamina del nivel basal. En primer plano, abajo, bloque mineralizado (Fot. J. Alonso, 2019)

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La mina Emilia se encuentra a poco más de 1 km al SE de Sorlada, bajo la ermita de la Virgen de la Guarda, y se accede a ella mediante una pista que parte de la carretera de subida a la Basílica de San Gregorio y, tras un recorrido asfaltado de 300 m y otros 900 m por camino de tierra, nos coloca en el paraje de Los Pedregones al pie de la escombrera inferior de la mina.

Mina Emilia

Bocamina del segundo nivel abierta en las lutitas intercaladas en la barra de arenisca (Fot. J. Alonso, 2019)

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Los crestones areniscosos que configuran la sierra pertenecen a la Formación Areniscas de Mués. Se trata de grandes barras de areniscas y limolitas del Rupeliense (Oligoceno) de colores ocre, rojo-vinoso y gris que presentan estratificación cruzada de gran escala y paleocanales de base erosiva entre los que se intercalan limolitas y arcillas con gran abundancia de restos vegetales carbonizados e impregnados de calcosina y carbonatos de cobre. Se trata de depósitos claramente fluviales de carácter meandriforme sobre llanuras de inundación representadas estas últimas por los términos más finos (limolitas y arcillas). La mina Emilia abre sus bocaminas en tres galerías superpuestas, precisamente en las intercalaciones limolíticas existentes entre las dos barras areniscosas más prominentes.

Mina Emilia

Lutitas mineralizadas sobre la bocamina (Fot. J. Alonso, 2019)

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La mina Emilia (Nº 78) fue demarcada en junio de 1890 con 26 pertenencias para el beneficio del cobre y ampliada por el E con 14 pertenencias seis años más tarde con la demarcación de Aumento a la Emilia (Nº 364), quedando las labores de interior prácticamente finalizadas en 1908, tal como se desprende del plano de labores de esa misma fecha. La pobreza de la mineralización, su discontinua distribución y la verticalidad de las capas portadoras dificultó sin duda la explotación de estos criaderos. Muchas fueron las concesiones otorgadas en la zona pero muy pocas las labores, que fueron abandonándose progresivamente a lo largo del primer cuarto del siglo XX.

Mina Emilia

Galería del segundo nivel. Al fondo, un pocillo conecta con la galería superior abierta a superficie (Fot. J. Alonso, 2019)

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