Mina Cabeço do Raposo, São Martinho de Angueira, Miranda do Douro, Bragança, Portugal

domingo, 19 de junio de 2016

Mina Cabeço do Raposo

Estado actual del castillete (Fot. J.M. Sanchis, 2016)

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Esta antigua mina de estaño fue registrada el 16 de julio de 1855 por el súbdito británico Henry Hayman, propietario de otra de las explotaciones de la localidad, la Mina do Codeço. En el catastro de minas portugués figura con el número 9. Para su laboreo se formó una empresa, la Cia. Firmeza de S. Martinho de Angueira, compuesta por 9 socios. Los trabajos se abandonaron en 1864. Un año más tarde se las adjudicaron a la Companhia de Mineraçao de Estanho de Tras-os-Montes, quienes las trabajaron hasta 1903.

Mina Cabeço do Raposo

Observatorio sobre el castillete (Fot. J.M. Sanchis, 2016)

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A partir de esa fecha pasó a pertenecer a la Société des Étains de Portugal, con sede en Bruselas, compañía que a partir de 1903 ampliaría sus objetivos mineros en nuestro país vecino, cambiando entonces su nombre por el de Société des Étains et Wolfram de Portugal. En 1929, la sociedad trasladó su domicilio social a Paris, adoptando entonces una nueva denominación: Société Minière Genérale de l´Etain, S.A. El laboreo de estas minas fue intermitente y de poca entidad, investigándose en los años 80 la posible presencia de oro, desestimándose su explotación por la escasa rentabilidad del yacimiento. La última etapa de explotación fue la efectuada por Explorações Mineiras Vicario, quien suspendería definitivamente los trabajos el 12 de noviembre de 1992.

Mina Cabeço do Raposo

Depósitos empleados como plataforma (Fot. J.M. Sanchis, 2016)

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La mina explotó filones subverticales de cuarzo con potencias de menos de 50 cm, beneficiándose también depósitos detríticos cuaternarios muy ricos en casiterita. Los minerales presentes son, además de la casiterita, pirita, arsenopirita y cuarzo.

Mina Cabeço do Raposo

Pozo auxiliar tapado y con vegetación (Fot. J.M. Sanchis, 2016)

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Apenas quedan vestigios de las instalaciones, al haberse reforestado su entorno, salvo un par de pozos sellados y un castillete de mampostería cuyos tornapuntas fueron recrecidos para poder situar sobre los mismos unos grandes depósitos de agua, cuya finalidad desconocemos, y a los que en el año 2014 se les adoso una escalera para poder ser utilizados como observatorio, probablemente para el control de incendios forestales.