Nuevas fotografías para el fondo documental del Coto Minero de Hellín

lunes, 20 de abril de 2009

Al sur de la Sierra de los Donceles y en el límite de la provincia con Murcia, a unos 20 km de Hellín, se encuentra la pedanía Las Minas.

Este poblado se ve envuelto por un entorno blancuzco y escasa vegetación, fruto de la actividad minera que se ha desarrollado durante más de 400 años, se deforestaron bosques para alimentar los hornos y se fueron depositando montañas de materiales de desecho.

En la actualidad aún podemos encontrar minas abandonadas, hornos, transformadores, restos de la línea de ferrocarril, de edificaciones y de maquinaria minera.

Desde 1562 en que se realiza la primera concesión (aunque se explotó ya en la época romana) hasta 1960 en que se produjo el cierre definitivo de las minas, fueron varias las empresas que explotaron el azufre en este yacimiento, denominándose la explotación, entre otros, Minero Industrial del Coto de Hellín, Azufrera del Coto de Hellín o Coto Minero de Hellín.

El principal yacimiento de azufre tanto a nivel nacional como europeo sudoccidental alcanzó su mayor auge a principios del s. XX. Con la inauguración de la línea de ferrocarril en 1904, instalación de una central eléctrica y varias mejoras más en la forma de trabajo, la pedanía llegó a contar con 2000 habitantes (116 en la actualidad). Y fue hasta el final de la 1ª guerra mundial, junto con la disminución de la producción de azufre siciliano, lo que hace que aumente considerablemente el ritmo de explotación, llegando a contratarse en la mina mano de obra femenina.

A partir de los años 20, con la reaparición del azufre siciliano y la aparición en escena del azufre norteamericano, se inicia una decadencia de la que ya las minas no se recuperarán.

La Guerra Civil creó problemas de desabastecimiento, escasez de personal y reducción de mercados. En la postguerra se produjo una emigración de los mineros a otros distritos con salarios más elevados. Desde entonces y hasta el cierre de las minas en 1960, continua el declive, agudizado por la sequía de 1945 que impidió la producción de energía eléctrica en la central del río Mundo y al mismo tiempo provocó la inundación de los pozos por infiltración de aguas subterráneas al no poder usar bombas de extracción.

Cabe destacar en la ladera de un cerro próximo a la pedanía viviendas excavadas en la roca. Viviendas cuya única entrada de aire y de luz es la puerta de entrada, que conduce a habitaciones y alacenas y todo encalado de azulete, utilizado antiguamente como desinfectante. Fueron construidas aproximadamente a mitad del s. XIX por una de las empresas explotadoras. El minero después de pasarse el día entero bajo tierra volvía a enterrarse en su propia casa.

Las fotografías de campo han sido realizadas por Rafael Muñoz y Honorio Cócera. Los ejemplares minerales proceden de la colección particular de Jorge Soria y han sido fotografiados por Honorio Cócera.

Para acceder, click en las fotos.