Mina de Almadén: Hornos de aludeles

lunes, 20 de octubre de 2025

Este tipo de hornos, también conocidos como de Bustamante, fueron inventados por Lope Saavedra Barba en Huevavélica (Perú), en 1633. Gracias a Juan de Bustamante, del que tomaron su nombre, llegaron a Almadén en 1646.

Mina de Almadén

Hornos de Bustamante (Fot. J.M. Sanchis, 2007)

Acceder

El diseño primitivo sería modificado en Almadén, ya que los aludeles (12 filas, 6 por cada camareta) descansan en dos planos inclinados enfrentados: cabecera y rabera. Sobre estos se emplazan los aludeles, recipientes de arcilla encajados unos con otros a modo de tubo, por los que circulaban los vapores, con una panza donde se condensaba el mercurio, saliendo este por un orificio, (incorporado en 1834) hasta la canaleta existente bajo los extremos de los planos, para terminar en un recipiente de almacenamiento. En uno de los extremos de la construcción se encontraba el horno y una camareta de expansión. En lado opuesto, otra camareta por la que los gases, una vez había circulado por los aludeles depositando en ellos el mercurio, salían hacia las chimeneas. Los hornos siempre se construían en parejas.

Mina de Almadén

Detalle de los aludeles (Fot. J.M. Sanchis, 2007)

Acceder

La cochura duraba tres días, y solamente se aportaba combustible durante las primeras 12 horas. Tras pasar 18 horas más permitiendo que la reacción exotérmica del cinabrio realizase su trabajo, se dejaba enfriar el horno hasta el mediodía del tercer día, para finalmente, y tras reposar algunas horas, más, se procedía a su descarga y limpieza.

Mina de Almadén

Portilla de carga de combustible (Fot. J.M. Sanchis, 2007)

Acceder

De los más de una veintena de hornos de este tipo levantados en Almadén, únicamente se han conservado dos: San Eugenio y San Julián (los hornos de aludeles siempre se construían por parejas), ambos datados en 1718, se mantuvieron en servicio hasta 1931. Fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1994.