Mina de Almadén: Baritel de San Andrés

miércoles, 29 de octubre de 2025

Al profundizarse la mina del Castillo, en 1755, se instaló un gran malacate para efectuar la extracción de mineral a través del pozo San Andrés. Fue el primero de los cuatro que estuvieron prestando servicio en las minas de Almadén. Se trataba de un torno vertical con un tambor de madera en el que se enrollaba la soga que permitía los movimientos de materiales. Era accionado por ocho mulas, que se reemplazaban cada tres horas. Se estima que en 12 horas de trabajo podían llegar a extraer cerca de 40 toneladas de mineral. Los dos extremos de la maroma (uno subía mientras que el otro bajaba) atravesaban los muros gracias a los huecos practicados en ellos, a 10 m del eje principal.

Mina de Almadén: Baritel de San Andrés

Tambor (Fot. J.M. Sanchis, 2024)

Acceder

El malacate transformaba el movimiento horizontal circular en vertical rectilíneo, gracias a las dos estructuras o palancas que hacían girar el eje del tambor y a las cuales iban amarradas las caballerías. La máquina se encontraba instalada en una gran cavidad excavada en la roca, revestida de mampostería y bóveda de ladrillo, de 903,6 m² de sección, con 139,31 m de perímetro y 12 m de altura.

Mina de Almadén: Baritel de San Andrés

Base de la máquina con las dos palancas de tracción (Fot. J.M. Sanchis, 2024)

Acceder

Cuando se acometieron los trabajos de adecuación de la mina para hacerla visitable, el malacate hubo de ser reconstruido en su práctica totalidad, ya que del original apenas quedaban vestigios. Se empleó para ello madera de iroko, en lugar de la de álamo negro original.