Las primeras referencias escritas que se tiene sobre las minas del Collado de la Plata, en la Sierra Peñarredonda, fueron hechas por Isidoro de Antillón en 1795. En su “Descripción del Partido de Albarracín” se expone cómo fueron descubiertas por Bernardo Bordás en 1780, y cómo fueron incorporadas a las minas de la Corona el 10 de Junio de 1789, dado el interés que para el Estado tenía el mercurio, siendo comparadas en la época con las minas de Almadén. Los resultados obtenidos serían muy distintos.

Mina La Plata (Mina La Esperanza)
Cinabrio. Cristales 1-2 mm (Col. y Fot. Miguel Ángel Martínez)
AccederAunque se cita la presencia de algunos cristales de cinabrio en los inicios de las labores históricas, el cinabrio aparece por lo general aquí en forma pulverulenta, procedente de la alteración de la tetraedrita mercurial. Las muestras colectadas en la actualidad por Miguel Ángel Martínez, en las que podemos observar cristales bien formados comprendidos entre 1 y 2 mm de tamaño, constituyen por tanto una interesante novedad para esta localidad clásica.

Mina La Plata (Mina La Esperanza)
Cinabrio. Cristales 1,5 mm (Col. y Fot. Miguel Ángel Martínez)
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