Coto minero Wagner (I), Castropodame-Molinaseca, León

domingo, 13 de agosto de 2017

Coto Wagner

Filón explotado sobre labor de interior (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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Este gran yacimiento leonés de hierro era conocido ya desde la antigüedad, si bien su descubrimiento “oficial” habría que situarlo en 1897, cuando fueron registradas varias concesiones por iniciativa de Julio de Lazúrtegui. Para la explotación del Coto Wagner (bautizado así por Lazúrtegui en 1899 en honor del célebre músico alemán Robert Wagner), se creó en 1901 la S.A. Minas de León, aunque su explotación intensiva no se haría efectiva hasta 1952, al hacerse cargo de los derechos mineros la compañía Minero-Siderúrgica de Ponferrada, S.A. Los trabajos de preparación de la mina se iniciaron en 1946.

Coto Wagner

Galerías seccionadas por el gran pozo vertical (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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La MSP fue fundada en 1918, disponiendo entonces de las minas de hierro del Coto Wagner y las de carbón de Villablino y Valdesamario, diversos saltos de agua y otros activos patrimoniales, siempre con la intención de crear un gran complejo siderúrgico: la Nueva Vizcaya en la que había soñado Lazúrtegui.

Coto Wagner

Corta en la zona de Estribo (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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En un principio, la extracción se efectuó mediante labores de interior por el método de cámaras y realces sobre el mismo mineral, montándose dos grandes grupos productivos: Grupo Cabezo (piso 1º, abierto en 1947) y Grupo Parada (piso 2º, iniciado en 1961). Hacia 1978 se detuvieron todos los trabajos de interior, trasladándose la totalidad de la producción a labores de exterior mediante cortas o rozas.

Coto Wagner

Edificio del grupo (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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En el exterior de cada grupo se encontraban los edificios necesarios: transformador, oficinas, aseos, compresores, botiquines, talleres, lampistería, etc. También en cada uno de los grupos se instalaron, para el tratamiento de los minerales, dos plantas de trituración y concentración idénticas, si bien en 1966 hubo de ampliarse la del segundo grupo con un circuito de separación magnética, montándose también en este grupo en 1976 un horno de calcinación.

Coto Wagner

Sala de compresores (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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La producción era enviada hasta los cargaderos del ferrocarril de San Miguel de las Dueñas mediante dos cables aéreos. De allí, el mineral era remitido por tren hasta el cargadero marítimo de Rande, en Vigo. Más de la mitad del mineral extraído en el Coto era consumido por ENSIDESA en su factoría de Avilés, que llego a convertirse en el único consumidor del mineral leonés.

Coto Wagner

Subsidencia provocada por la explotación del filón-capa bajo el poblado (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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La producción en Wagner fue decayendo a partir de 1975, con un ligero repunte en 1979, hasta que en 1982, al suspender ENSIDESA las compras de mineral, se produjo el inevitable cierre de la explotación. La última carga que se exportó (unas 80.000 toneladas) partió con destino a Bélgica a finales de 1982.

Coto Wagner

Detalle del alumbrado de la calle principal (Fot. J.M. Sanchis, 2017)

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El poblado minero de Onamio, levantado en 1954, fue adquirido años después por particulares a la entonces empresa propietaria, Coto Minero Cantábrico, y reconstruido en parte, aunque los hundimientos del terreno causados por las antiguas labores de interior hacen peligrar su estabilidad.

* Algunos datos han sido tomados del trabajo 'Breve aportación a la historia minera del Coto Wagner de la Minero-Siderúrgica de Ponferrada, S.A.', del que es autor Carlos Menéndez Suárez, publicado en De Re Metallica, 23, 2014, pp. 39-53, por la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (SEDPGYM).