Las Cruces: Una mina para entender la vida

martes, 12 de agosto de 2014

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Las minas son una oportunidad única. No sólo son lugares de los que se extraen recursos o ejemplares minerales para colección. Son puertas que, una vez abiertas por los mineros, nos permiten conocer un poco mejor nuestro planeta desde diversos puntos de vista: no sólo las estructuras geológicas, rocas o minerales, sino también la propia Vida se revela en las minas de una manera peculiar. En la Tierra, la Vida y las rocas y minerales que la dieron origen y la sustentan, tienen una relación mucho más íntima de lo que se pensaba hasta hace no mucho tiempo. Todos los organismos interaccionan con su entorno y lo transforman. Quizá, tras el ser humano, el mayor poder transformador del entorno lo poseen los Procariotas, pequeños organismos unicelulares que incluyen bacterias y arqueas. Gracias a los Procariotas que viven en nosotros seguimos vivos, respiramos la atmósfera que los Procariotas fotosintéticos generaron hace entre 2000 y 3000 millones de años y, como no podía ser de otra manera, ellos transforman rocas y minerales y han dado lugar a muchos depósitos minerales de los que los Humanos nos hemos beneficiado.

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Algunos de los yacimientos de la Faja Pirítica Ibérica constituyen un magnífico ejemplo y, entre ellos, la mina de Las Cruces, es el más enigmático e interesante. Tras varios años de estudio cuidadoso de la mina, el equipo de investigación al que pertenezco, compuesto por científicos del Centro de Astrobiología e Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, de la Universidad del País Vasco y del Servicio Geológico de los Estados Unidos, en colaboración con la empresa Cobre Las Cruces SA, hemos encontrado evidencias de un gigantesco ecosistema oculto en el subsuelo de la Faja Pirítica Ibérica. Este ecosistema profundo se encuentra en la parte superior del depósito de cobre de Las Cruces a unos 150 metros de profundidad, aislado del oxígeno de la atmósfera. En este ambiente, organismos capaces de vivir en condiciones, bajo nuestro punto de vista, extremas (los llamamos procariotas extremófilos), como carencia de oxígeno y temperaturas elevadas, se alimentan de la materia orgánica simple acumulada bajo un potente nivel de margas que rellenan la cuenca del Guadalquivir. Sin oxígeno, estos organismos respiran gracias al sulfato presente en su entorno, lo que conlleva una serie de importantes cambios químicos en las rocas en las que viven. El metabolismo de estos organismos transformó un gossan de óxidos de hierro y su habitual acompañamiento de minerales de plata y plomo, dando lugar a la formación de varios millones de toneladas de unas rocas ricas en carbonatos, y minerales de hierro, plomo, plata y oro. Estas rocas, llamadas impropiamente “gossan”, aunque son totalmente diferentes de los gossan presentes en otros yacimientos de la Faja, eran casi desconocidas y presentan una interesante asociación mineral, que incluye galena, siderita y sulfosales de plata. En ellas hemos encontrado el primer caso descrito de organismos fosilizados en galena.

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Los resultados de nuestro trabajo, publicados en la prestigiosa revista Nature Communications, indican que Las Cruces es probablemente uno de los mejores ejemplos a escala mundial de cómo la vida modifica y modela una mineralización subterránea. El sistema de Las Cruces es único en el mundo, mostrando un proceso que ha tenido lugar en los tiempos más recientes, millones de años después de formarse el mineral original, e incluso es probable que continúe ocurriendo ahora. El estudio muestra el importante papel de las bacterias en la química de los ambientes subterráneos, donde pueden formar grandes ecosistemas desligados de la luz y el oxígeno y que sobreviven con los recursos presentes en las rocas, siendo capaces de modificar millones de toneladas de rocas.


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Formation of recent Pb-Ag-Au mineralization by potential sub-surface microbial activity

Fernando Tornos, Francisco Velasco, César Menor-Salván, Antonio Delgado, John F. Slack and Juan Manuel Escobar
Nature Communications 5,
Article number: 4600 doi:10.1038/ncomms5600
Received 02 September 2013 Accepted 07 July 2014 Published 06 August 2014.